7.3 Obra

7.3. Obra

Entre sus mejores obras merece citar Vidas sombrías, publicada en 1900. Colección de cuentos inspirados en su experiencia juvenil como médico en el pueblo guipuzcoano de Cestona.  Describió la vida de las gentes humildes que trató y la tristeza que percibió en aquel medio rural, mezcladas con la pena y la cólera que a menudo le embargaban.
La obra denota su pesimismo, rebeldía y afán regeneracionista. De alguna manera, el tema de su tesis doctoral - el dolor físico - lo extendió a la situación de las clases sociales más desfavorecidas.
Inventos y mixtificación de Silvestre Paradox (1901). Evocación de sus días de estudiante en Pamplona con descripciones del ambiente de la ciudad.
Camino de perfección (1902).  Confesión íntima y muy personal que revela las dudas y vacilaciones de su juventud; la obra causó vivísima impresión.
El mayorazgo de Labraz (1903).
Escrita con recuerdos de su estancia en Cestona (Guipúzcoa). Relato admirable de la vida en un pueblo de la España profunda, con influencias de la vieja tragedia.
Es importante en la producción barojiana la trilogía que siguió a las novelas anteriores. Aparecida bajo el subtitulo La lucha por la vidaconsta de La busca, Mala hierba y Aurora roja. Aparecidas primero en folletín, fueron publicadas en volúmenes independientes en 1904, ofrecen en su desarrollo, las características del folletín.  Baroja plasma el ambiente de los barrios bajos del Madrid de su tiempo, en las primeras luchas sociales.

Merecen también citarse las dos obras que más gustaban al propio novelista:

Zalacaín el Aventurero
Situada en la tierra vasca en la época de las guerras carlistas, es parte de la trilogía Tierras vascas (junto con El mayorazgo de Labraz y La casa de Aitzgorri). En ella hace una excelente descripción de la psicología de sus personajes, en una acción que muestra las relaciones sociales, amoríos, y de entretenidas peripecias.


Las inquietudes de Shanti Andía
Melodrama que tiene lugar en un pueblo costero, en la que el personaje evoca su infancia yjuventud, la figura de un pariente fascinante, cuyos relatos y vida le marcó profundamente al protagonista. Lo más destacado del texto es el ambiente evocador desarrollado por el autor, inspirado por sus recuerdos de niñez en Guipúzcoa.

Posiblemente la obra más importante del novelista sea Las memorias de un hombre de acciónnovela cíclica, que escribió a lo largo de casi toda su vida y que terminó ya en la vejez. Consta  de veintidós volúmenes y el héroe central es un antepasado suyo, G. de Aviraneta, que tuvo alguna importancia en los hechos políticos de su tiempo. En torno a la existencia de su héroe, el autor reconstruye toda una época agitada y terrible de España, donde se incluyen la Guerra de la Independencia y las guerras carlistas, con tumultos y sublevaciones, en los tiempos de Fernando VII e Isabel II.


En sus novelas, el autor se sitúa de lleno en la escuela realista; sigue en ellas las huellas de los grandes maestros europeos, que brillaban aún más en su tiempo, de Balzac, Stendhal, de Tolstoi y Dickens, que fueron sus autores predilectos. También admiró sin reservas a Dostoievski.
En algunas de sus obras se puede apreciar influencias de los folletinistas franceses, cuya lectura le había apasionado en su juventud, y  también se pueden detectar relaciones con la novela picaresca española: Quevedo, Mateo Alemán y con el autor de El Lazarillo de Tormes.
En su ideario de juventud dominó la influencia del filósofo alemán Nietzsche,  entusiasmo que fue cediendo, quedando en un escepticismo, muy cerca de Montaigne y, sobre todo, de Voltaire, autor al que leyó y admiró.
El fondo de sus libros es, por esto, pesimista; no obstante, en la forma, en sus descripciones de paisajes, de escenas, se muestra como un enamorado de la vida, un entusiasta, con una nota continua de alegría y, podríamos decir, da optimismo, que contrasta con el fondo amargo y sombrío de toda su obra.

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